FIBROMIALGIA

Con motivo del día mundial de la Fibromialgia, el 12 de mayo, desde Psiquiatek queremos sumarnos a dar visibilidad a esta patología que se engloba dentro del Síndrome de Sensibilización Central. Esta enfermedad a menudo provoca cierto grado de incomprensión e incluso rechazo social.

El síntoma por excelencia de la fibromialgia es el dolor en músculos, tendones y ligamentos. Este dolor es expresado como generalizado aunque otras veces es interpretado como quemazón, inflamación, rigidez articular y hormigueo. Los dolores no son siempre iguales. Varían en función de la hora del día, de la actividad, de la climatología y del estrés. Otros síntomas que acompañan al dolor son el cansancio, la dificultad para concentrarse, los trastornos del sueño, el colon irritable, las cefaleas, la ansiedad y la depresión.

Cada vez hay más consenso en afirmar que las personas con fibromialgia perciben de forma anómala el dolor, es decir, perciben como dolorosos estímulos que para el resto de personas no lo son.

La padece entre el 2% y el 6% de la población, sobre todo mujeres. Puede iniciarse sin causa aparente o bien a raíz de un evento desencadenante como un accidente, una infección viral o bacteriana, una operación o bien concomitante a otra enfermedad reumática que despertaría la enfermedad.

La fibromialgia genera un gran sufrimiento a las personas que la padecen, ya que la sintomatología y el hecho que curse por brotes (periodos de exacervación de la sintomatología) tiene un fuerte impacto en todos los aspectos de la vida de la persona, social, familiar y laboral produciendo, a la larga, mucho aislamiento y soledad. Por todo ello no es difícil comprender que las personas con fibromialgia vean muy reducida su calidad de vida y justamente por eso es fundamental tratarlas desde un enfoque biopsicosocial.

Al ser una patología crónica, el tratamiento debe ir encaminado a mejorar la calidad de vida de estas personas desde un abordaje multidisciplinar y con un tratamiento hecho a medida. En algunos casos será necesario un tratamiento farmacológico que ayudará a controlar el dolor y los síntomas como la ansiedad y la depresión. Es imprescindible la práctica de un ejercicio físico moderado y diario. Pueden jugar un papel de ayuda  la acupuntura, la hidroterapia, las terapias meditativas en movimiento como el yoga, el Taichí, el mindfulness y la nutrición. Todo este plan ayuda a disminuir la fatiga, el dolor y el estrés.

Respecto al tratamiento psicológico de las personas con fibromialgia me gustaría que todos hiciéramos el esfuerzo de imaginar nuestro día a día con dolor, un dolor variable y cambiante, acompañado entre otras cosas de cansancio. Este cansancio, precisamente, hace que nos sintamos limitados en nuestras actividades del día a día, actividades que antes hacíamos sin más y que, de repente, ya no podemos hacer porque nos falta energía y nos duele todo el cuerpo. Si imaginamos este sufrimiento sostenido a lo largo del tempo, tal vez podamos entender que la persona se desanime, se angustie, se desespere y acabe deprimiéndose. A esto hay que unirle la incomprensión por parte del entorno, los familiares, los amigos, los compañeros de trabajo. Es difícil entender y por tanto explicar lo que nos pasa cuando nosotros mismos tampoco acabamos de entenderlo.

El apoyo psicológico se plantea a varios niveles y puede ayudar a que aprendamos a conocernos, a aceptar y a entender la enfermedad y como nos afecta. Aprender a ponernos límites, conocer nuestras capacidades y no pedirnos más de lo que podemos hacer. Desde nuestra experiencia, las personas con este tipo de patologías son personas que tienden darse a los demás, a estar siempre a disposición de los otros, a pensar y priorizar a las personas que quiere antes que a ellas mismas. Todo ello aconseja que la psicoterapia vaya encaminada a adoptar hábitos de vida más saludables, que faciliten el autoconocimiento y que sirvan para que la persona se descubra a sí misma. La gestión del dolor se verá, sin duda, ayudada por técnicas de respiración y relajación, el mindfulnes y la mejora de la calidad del sueño.

A modo de conclusión, conviene emitir un mensaje de esperanza para estas personas. Hoy  disponemos  de tratamientos multidisciplinares que ayudan muchísimo a que  el dolor, la fatiga y el estrés disminuyan, permitiéndole tener una mejor calidad de vida.

 

Patricia Planas.

 

 

 

 

 

12 mayo, 2021